miércoles, 11 de junio de 2014

TEST BETA III, INSTRUMENTO NO VERBAL DE INTELIGENCIA


-Objetivo: Evaluación general de la inteligencia en adultos con bajo nivel cultural, inclusive con dificultades del proceso de lecto-escritura y/o de alfabetización

-Aplicación individual o colectiva

-Edad: de 16 años hasta los 89 años con 11 meses

-Duración: 25-30 minutos aproximadamente

-Material: Manual, cuadernillo de aplicación, lámina de tareas complementarias, plantilla de corrección

-Ámbitos de aplicación: Clínico – Educacional – Investigación – Jurídico- Forense


Esta prueba es la tercer revisión de la misma (1999), de la inicial creada por Kellogg & Morton en 1934, tiene una estructura similar a las ediciones anteriores. Sin embargo, se han realizado algunas modificaciones para modernizar el instrumento, mejorar la calidad de los materiales y ampliar el rango de edades de aplicación, así como actualizar los baremos y estudios de validez. Además se ha sustituido la prueba de figuras geométricas por otra denominada Matrices, y se han reemplazado ítems que estaban obsoletos o eran potencialmente tendenciosos conservando sus características como prueba evaluadora de la inteligencia no verbal. 


Su objetivo es evaluar de manera rápida las capacidades intelectuales no verbales de los adultos. El Beta III se diseñó para evaluar diversas facetas de la inteligencia no verbal, incluyendo procesamiento de información visual, velocidad de procesamiento, razonamiento espacial y no verbal y aspectos de la inteligencia fluida. Consta de cinco subpruebas: 
• Claves
• Figuras incompletas
• Pares iguales y pares desiguales
•Objetos equivocados

• Matrices


Aunque en sus orígenes la prueba fue diseñada pensando fundamentalmente en el bajo nivel de escolaridad existente en la población general, en la actualidad tal condición ha experimentado una mejora general. Esto fue llevando a que el uso de la prueba también se fuera modificando, adaptándose así a los requerimientos de una población actual que posee otras condiciones vitales y presenta otras demandas y desafíos al ámbito psicométrico. Es así como en la actualidad el test se ha convertido en un recurso ideal para evaluar adolescentes y adultos con problemas de aprendizaje o con alfabetización tardía o inconclusa, personas con discapacidades auditivas o lingüísticas, y en el campo de la selección de personal a sujetos que ocuparán puestos de operarios dentro de la empresa. También se le ha utilizado en investigaciones que evalúan la relación entre inteligencia y personalidad, así como en investigaciones epidemiológicas para evaluar el impacto de algunas enfermedades sobre la condición de bienestar y salud mental en personas con cuadros psiquiátricos y/o patologías físicas.


Para el análisis e interpretación de la prueba, se requiere que el evaluador homogenice las puntuaciones obtenidas, para ello se sigue un procedimiento parecido al utilizado con las escalas Weschler. El puntaje nominal obtenido en cada sub prueba es transformado a puntaje estándar o normalizado mediante tablas y luego se obtiene una sumatoria final de todos los tests para en definitiva obtener un puntaje global que es expresado en un rango de percentil o bien en Coeficiente Intelectual (C. I.). Todo el procedimiento empleado permite que todas las pruebas tengan el mismo peso o incidencia en el resultado final, por lo cual se aconseja no realizar interpretaciones a partir de alguna prueba particular, sólo el puntaje total cuenta con el nivel de confiabilidad necesario para entregar conclusiones. 

También es importante mencionar que el puntaje del examinado expresado tanto en C. I. como en percentil, es expresión de la comparación entre el individuo y el grupo de estandarización de la prueba.



Como actividad de práctica aplicamos y calificamos la prueba durante la clase, aquí los resultados concentrados:



http://www.indepsi.cl/biopsique/fichas%20psicometricas/inteligencia.htm

http://www.facico-uaemex.mx/inteligencia.html



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